martes, 30 de noviembre de 2010

CONCURSO


PISTA
Un acto muy importante, que le rinde tributo a un personaje muy querido en la ciudad, ¿Que fin tiene ese acto?
Responde debajo de la foto N° 19 en nuestro perfil de facebook.
El Concurso dura desde el 30/11/10 hasta el 10/12/10 inclusive.




Para saber cuanto conocemos de nuestra ciudad también contesta la encuesta del blog

viernes, 26 de noviembre de 2010

PERSONAJES

HORMIGA NEGRA

Don Guillermo (Guillermo Hoyos, real nombre) –como se lo llamaba respetuosamente en los lugares de sus “correrías” – había nacido en San Nicolás de los Arroyos a mediados del año de 1837, uno de los hijos de Leonardo Hoyos y Rosa Sejas. Fue bautizado en la antigua Parroquia, a los cinco meses de edad, el 1º de Diciembre del mismo año. El apodo “Hormiga Negra” le heredó de su progenitor. Era de baja estatura, y rubio. En 1859 contrae enlace en Rosario con Juana de los Dolores Acuña, Rosarina, cuya unión está documentada en los registros de la Catedral de esa ciudad. Hoyos era entonces soldado de artillería.
“Hormiga Negra”, por sobre toda la fama que le ha dado la literatura Argentina, sólo puede haber sido un gaucho bravo, o pendenciero –si así se le quiere llamar-, figura muy común en su época. Un “corajudo” que se hacía respetar, como respetaba él a quienes lo trataban bien. Y si fue “bravo” en la vida civil, también tuvo condiciones para se buen soldado combatiendo en Cepeda y Pavón, donde quedó sellada la unión Nacional.
Un lamentable error de la justicia contribuyó a hacer más trágica su biografía novelada. El crimen del que fue víctima la señora Lina Penza de Marzo, el 14 de Setiembre de 1902, del que fue inculpado, le costó largos años de cárcel; hasta que con la captura del verdadero asesino –Martín Díaz- se comprobó su inocencia. Cuentan las crónicas que el asesino, al enfrentarse con Hoyos, le expresó, arrepentido: “perdón don Hormiga”. Quizás una amarga sonrisa rubricó ese episodio.
De él se han ocupado escritores activistas y narradores –aparte de Gutiérrez- como Francisco Bracantti,, Bartolomé R. Aprile, Hilarión Abaca, Orestes Raúl Zambrano y en pasajes de algunas obras, como en El árbol de Judas (1961) de Manuel Peyrou (Nicoleño), que reproduce Jorge Luis Borges en “El Matrero” (1970). Asimismo es copiosa la producción periodística haciendo de él una figura legendaria, relatando aspectos de su vida tanto de gacho de aventuras, como de hombre bueno, e informando sobre trámites de reinvidicación de su nombre, alguna vez anunciados por su Hija Prudencia Josefa.
El 1º de Enero de 1918 fallecía en esta ciudad, a la edad de 81 años, el gaucho Nicoleño Guillermo Hoyos, inmortalizado en la literatura vernácula por el escritor Argentino Eduardo Gutiérrez en su libro titulado”Hormiga Negra”, mote de Hoyos.





FOTO Don Guillermo "Hormiga Negra" Hoyos, montando su caballo, frente a su casa de Alto Verde.

martes, 23 de noviembre de 2010

HECHOS

DECLARACIÓN CIUDAD

El 23 de noviembre de 1819 (a moción del Pbro. Dr. Antonio Sáenz, diputado por Buenos aires) el Congreso General Constituyente declara ciudad al pueblo de San Nicolás de los Arroyos.
Con tal motivo envía al Director Rondeaux, la siguiente comunicación:

“Excmo. Señor:
En sesión del día ha expedido el Soberano Congreso la resolución siguiente.
En consideración a los extraordinarios sacrificios que ha sufrido el benemérito pueblo de San Nicolás de los Arroyos para sostener el orden contra la anarquía, se le concede el título de ciudad, y la facultad de establecer Cabildo, encargándose al Supremo Director del Estado el cumplimiento de esta resolución y la designación del número de individuos que han de componer la Municipalidad.
De su orden soberana, lo comunico a V.E. para su inteligencia, publicación y cumplimiento. Sala del Congreso de Buenos Aires, noviembre 23 de 1819.”

José Severo Malabia
Presidente

Ignacio Núñez
Prosecretario

Honrosa distinción!, lograda por el amor a la libertad que siempre tuvieron las generaciones nicoleñas.
La moción había sido presentada el día 12 del mismo mes y año fundada en que el “benemérito pueblo” debía ser premiado por sus “extraordinarios servicios para sostener el orden contra la anarquía”. La misma fue “apoyada por toda la Sala”, según reza en documentos oficiales de la época.
Como justificación, o aprobando la resolución del Congreso, la “Gazeta de Buenos Aires”, órgano oficial bajo la dirección entonces del Dr. Julián Álvarez, expresaba:

“El Partido de San Nicolás de los Arroyos, superior a todos los encarecimientos por el entusiasmo, valentía generosidad, constancia y decisión por el orden, reunió a un número considerable de vecinos voluntarios para contribuir a la defensa de sus hogares, sin pedir otros auxilios que los de armamentos y municiones; ellos se han señalado con acciones gloriosas pero nada más que nada con el ejemplo que han dado a los habitantes de la campaña”.
(Nº 148 – noviembre 24 de 1819)

Transcripción completa del Libro “Crónica de San Nicolás de los Arroyos” de Gregorio Santiago Chervo – 1988.



Foto, monumento al Pbro. Dr. Antonio Sáenz, ubicada en la Plaza 23 de Noviembre, sobre calle Pellegrini, Frente a la Escuela Normal.


lunes, 22 de noviembre de 2010

PERSONAJES

CNEL. JOSÉ FÉLIX BOGADO

Nacido en Villa Rica, Paraguay, en 1777, tuvo que dejar su país a raíz de su intervención en sucesos derivados del pronunciamiento de Mayo de 1810, desenvolviendo sus actividades en el litoral. Era lanchero en Paraguay, y había sido tomado prisionero por las fuerzas españolas expedicionarias que operaban en el río Paraná, encontrándose embarcado en una nave enemiga. Al finalizar con la victoria Argentina, de aquel combate, Bogado es intercambiado por españoles, enrolándose en ese mismo momento en las fuerzas militares de José de San Martín.
Aceptado ingresó como soldado al Regimiento de Granaderos a caballo. En 1813, año de su incorporación, se le ascendió dos veces, marchando como sargento al ejército del Alto Perú, encontrándose en las acciones del Tejar, Puesto del Marqués, Venta y Meei y Sipe-Sipe. De allí fue a incorporarse al ejercito de los Andes que se alistaba en Mendoza y con el grado de alférez actuó en Las Coimas y en Chacabuco; hizo la campaña al sur de Chile, encontrándose en Curapaligüe, Cerrito del Gavilán, en las guerrillas de Gualpén y Los Perales, en Cancha Rayada y en Maipú, alcanzando a ser ayudante mayor en 1819. Intervino en la expedición al Perú con el grado de capitán, encontrándose en algunas acciones de la misma, y en 1822, a las órdenes de Alvarado, tomó parte en la campaña de Puertos Intermedios. Se halló en las batallas de Torata y Moquehua, al año siguiente, naufragando el barco en que se encontraba, en el Morro de las Viejas. Sorprendió en Pisco a la retaguardia realista cuando se iniciaba la segunda campaña a Puertos Intermedios, tomándole una buena cantidad de oficiales y tropa. Participó en otras acciones de guerra después de la sublevación del Callao, y con su regimiento de granaderos, y como teniente coronel, tomó parte en las batallas de Junín y de Ayacucho, siendo ascendido por Bolívar a coronel de caballería, en 1825. Un año después retornaba a Buenos Aires conduciendo al resto de las tropas que habían participado en la campaña libertadora entre las que se encontraban solo siete granaderos. Rivadavia dispuso recibir las armas que depositaron en el Retiro, donde San Martín había creado el glorioso regimiento. Pasó a hacer el servicio de fronteras con diferentes destinos, y en 1828 participó con Lavalle en la revolución del 1º de diciembre y más tarde en Navarro.
Nombrado comandante militar de San Nicolás, punto que defendió contra las tropas de Estanislao López, falleció el 21 de noviembre de 1829, de resultas de una pulmonía doble.
Lamentablemente sus restos mortales se anonimizaron en ocasión del traslado del viejo Cementerio adyacente a la catedral de San Nicolás de los Arroyos, al nuevo Cementerio en el Barrio Alto Verde, a mediados del s. XIX (15 de julio de 1835).En San Nicolás vivió en la calle Francia 223, donde aún se conserva el solar; habiéndose colocado placas en su homenaje. Había sido sede de la Comandancia Militar y último domicilio del héroe.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

HECHOS

DR. CARLOS FERREYRA Y LA ASISTENCIA PUBLICA

El 17 de noviembre de 1901, fallece en alta mar el médico nicoleño Dr. Carlos Ferreira, cuyo nombre lleva la Asistencia Pública. Nació en la actual calle Rivadavia Nº 45, donde funciona la Asistencia , donada expresamente por su señora madre, doña Tomasa Contreras de Ferreira. El Dr. Ferreira había nacido el 22 de octubre de 1859. Al fallecer era Inspector del Departamento Nacional de Higiene.
La Asistencia Pública (hoy Cempre) fue creada bajo la ordenanza del 5 de julio de 1919, promulgada por el D. E. Municipal el día 18, durante la administración comunal de Tomás Bonfiglio, instalándose en el mismo local donde funciona actualmente. Se inauguró el 30 de agosto del mismo año. La parte dispositiva de la ordenanza expresa:
“Art. 1º - Librar el servicio público el Dispensario de Salubridad y Sala de Primeros Auxilios, bajo la denominación de Asistencia Pública “Doctor Carlos Ferreira” en el local donado por la señora Tomasa C. De Ferreira situado en calle Pellegrini esquina Rivadavia”.
Por el artículo segundo se disponía que:
“Los médicos de policía, municipal y veterinario que incorporados al servicio de la Asistencia Pública, como así también el coche ambulancia y el coche fúnebre con el personal que actualmente tiene”.
Los artículos 3º al 7º dan normas respecto a la constitución profesional y administrativa, servicios y condiciones que debían prestarse los mismos, etc.
Al dictarse la reglamentación respectiva, que consta de 21 artículos, se dejaba establecido que la Dirección del establecimiento sería desempeñada por turno mensual por los médicos al servicio de la misma y fijaba, en primer lugar, sus deberes y atribuciones.
La ordenanza establecía que los médicos a sueldo debían ser tres, y que quien ejerciera la Dirección, podría aceptar los servicios gratuitos de otros profesionales, como médicos, dentistas y parteras. El primer cuerpo médico fue integrado por los doctores Juan Manuel Amestoy, Maximiano G. Vázquez, y Francisco Robles, ocupando la primera dirección el Dr. Amestoy.
Este instituto, durante 1967 fue trasladado por un breve tiempo al edificio del ex Hospital Regional, durante la intendencia del teniente coronel Enrique Doménech.




FOTO Inauguración de la Sala de Cardiología, se un Electrocardiograma hoy patrimonio de nuestro Museo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

HECHOS


CONESA

El mes de noviembre dejó hechos de importancias en la localidad de Conesa (con fecha de fundación el 3 de febrero de 1884, de igual manera siempre fue un paraje sin nombre, de hecho uno de sus vecinos ilustres Juan Bautista Rafael Torroba “se afincó en el lugar en 1881”, desempeñándose “Como lavacopas en la firma Miranda y Bajurrabal”).
Uno ocurrió el 11 de noviembre de 1820 y tuvo lugar en la estancia “La Esperanza”, (propiedad de Dámaso Insaurralde), donde una entrevista entre los gobernadores de Buenos Aires, Martín Rodríguez, y de la provincia de Santa Fe Estanislao López., conversaron para lograr un tratado de paz, que se concretó el día 24, conociéndose este hecho histórico, como el Tratado de Benegas.
El otro hecho que marco noviembre dentro de la historia conesina, fue el ocurrido un 10 de noviembre de 1903, época en la cual grupo de progresistas lograban mediante una ordenanza sancionada en la fecha, se establece el alumbrado público en la localidad de Conesa (Intendencia Dámaso Valdés) con la colocación de 25 faroles alumbrados a petróleo. Por la misma se autorizaba al Intendente para invertir hasta trescientos pesos en la adquisición de faroles y gastos de instalación. Por dicha ordenanza se establecen impuestos, y otros.
De esta forma la historia de Conesa se fue escribiendo en un lugar que nació como un poblado allá a principio de 1880, se le dio identidad el 3 de febrero de 1884, tomando el nombre de la Estación de trenes, General Conesa., conservó ese nombre hasta el año 1908, en que pasó a denominarse simplemente, Conesa, o “Estación Conesa”.



Foto: Estancia La Esperanza, casona que acobijo el acuerdo Rodríguez – López.

lunes, 8 de noviembre de 2010

CURIOSIDADES

NOMBRES DE NUESTRA CIUDAD

El 8 de noviembre de 1759, por primera vez aparece en un documento el nombre de este pueblo: “San Nicolás”, solo sin aditamentos. Expresa: “En San Nicolás jurisdicción de Buenos Aires en ocho días del mes de noviembre de mil setecientos cincuenta y nueve años”. Esta firmado por el Alcalde de la Santa Hermandad, Ignacio de Castro, relacionado con el inventario y tasación de los bienes de Aguiar.
Para llegar a nuestro actual nombre, el poblado recorrió y tuvo 30 diferentes nomenclaturas, hasta que en 1798 se le coloca como nombre oficial San Nicolás de los Arroyos, los diferentes nombre fueron:
1608 – Con el poblado “de las dos Hermanas” o, “Las Hermanas”, como se ha conocido luego, también mencionado como “de las Hermanas”, se origina la formación del Partido .
1637 – Los tres Arroyos (“primero”, “segundo”, y “tercero”)
1668 – Tierras de los Arroyos.
1672 – Los Arroyos
- Campaña de los tres Arroyos.
1673 a 1675 – Los Arroyos
1685 – Los tres Arroyos
1717 – Pago de los Arroyos.
1726 – Paraje de los Arroyos.
1730 - Pago de los Arroyos
- Partido (conformando los “Partidos del campo”, de Buenos Aires)
1741 – Los Arroyos.
1744 – Partido.
1745 – 1748 – Partido de los Arroyos.
1759 – San Nicolás de Bari (Por la Capilla de Aguiar)
- Partido de los Arroyos
- Capilla de San Nicolás de Bari
- San Nicolás (continúa hasta 1761)
1762 – San Nicolás de Bari
- Partido de los Arroyos
1764 – San Nicolás
- Pago de los Arroyos
- Capilla de San Nicolás de Bari
1765 – Los Arroyos
- Partido de los Arroyos
1766 – Partido de los Arroyos.
1775 – Partido .
1777 – 1778 – Partido de los Arroyos
1785 – Partido de San Nicolás.
1798 – San Nicolás de los Arroyos.


FOTO mapa con el itinerario de correo a las misiones (1757 aprox.). En el círculo la zona de "Los Tres Arroyos".

jueves, 4 de noviembre de 2010

CURIOSIDADES

DOS SANTOS RIVALES

Leyendo viejas revistas Caras y Caretas, me encuentro con un interesante relato en el año 1932 (16 de abril), realizado por Juan José de Soiza Reilly, en el cual desarrolla una historia ocurrida en nuestros pagos, una especie de guerra santa, o mejor dicho, una discusión entre los devotos más hostiles de dos santos ilustres: San Nicolás de Bari y San Vicente Ferrer.
Afirmado por documentación (no se encuentran en nuestro Museo), A principios del siglo XVIII, las tierras ocupadas hoy por la ciudad y sus adyacencias, pertenecían a los esposos Don Rafael de Aguiar y Doña Juana Ugarte. Ambos se empeñaron en cultivar aquella rica zona. Tropezaron en el inconveniente de la falta de brazos. El suelo era fértil pero muy arisco. Su laboreo demandaba una constancia ruda; un riego de sudor heroico, para ello, hicieron venir de España, de Galicia, agricultores hábiles en la siembra del trigo. Al mismo tiempo, trajeron del Chaco muchos aborígenes capaces de carpir día y noche. Los españoles se asentaron sobre la barranca del Paraná y en la confluencia con el Arroyo Ramallo y levantaron un rancho e instalaron la iglesia, y en el altar, un santo: San Nicolás de Bari. Al pueblo lo llamaron Los Arroyos.
Los aborígenes por su parte, formaron allí cerca otro pueblito, en la confluencia del arroyo Las Hermanas ,también construyeron un templo para sus oraciones. Lo hicieron de barro y totora. En el altar colocaron la imagen de su santo dilecto: San Vicente Ferrer. Y el pueblo llamóse como el santo; San Vicente...
Las relaciones entre las dos aldeas (San Vicente y Los Arroyos) tuvieron al principio la cordialidad de las cosas ingenuas. Hasta que todo llego a su fin un ruego de lluvia por los españoles a su santo desato un diluvio con lo cual los aborígenes al ver su zona anegada rogaron al suyo que frene la situación. Esto desato una confrontación cada vez mas subida de tono, que llego a preocupar a la corona española que al exigir la concordia. Mandó a destruir los dos pueblos, sin misericordia, y que ambos se fusionaran, levantando una sola ciudad, con una iglesia única, en la que hubiera sitio para las dos imágenes: San Nicolás y San Vicente. Por consejo del rey, el pueblo debía ostentar el nombre de San Nicolás, como se lleva hasta la fecha, con el agregado de los Arroyos, en homenaje a los arroyos Ramallo y del Medio.
En el texto Juan José de Soiza Reilly termina contando: La preferencia que demostró el monarca hacia San Nicolás desagradó a los aborígenes. “¿Por qué el pueblo debía llamarse San Nicolás? ¡Mejor era llamarse San Vicente! ¿Por qué razón San Vicente debía quedar a la sombra de San Nicolás?”. No hubo remedio. Hoy mismo – 1932 – en la iglesia parroquial, he visto en un sitio de honor, la imagen de San Nicolás y, más abajo, perdida en un rincón, la del humilde San Vicente.
Don Rafael de Aguiar y su esposa doña Juana Ugarte fueron los encargados de fundar la nueva ciudadela. El acto fue solemne. Se realizó el 14 de abril de 1748. después de la ceremonia, se lidiaron , en la plaza del pueblo, cuatro toros bravíos. (reproducción literal).


Foto del Santo Patrono de la ciudad. San Nicolás de Bari.

martes, 2 de noviembre de 2010

CONCURSO

Empezamos el concurso en nuestro perfil de facebook,con la foto Nº 14 de nuestro album de Muro, hacete amigo y participa.
Desde hoy 2 de noviembre hasta el 12 de noviembre, inclusive.
Entre todos los que acierten, les enviare una pregunta historica y de ahí sale el ganador. (En caso de ser mas de uno).
El premio es un libro de los Cien años del Teatro Municipal.

...La Pregunta es la siguiente:
¿Que es lo que vemos en la foto y donde estaba ubicada?

Esperamos las respuestas, a jugar e investigar...

lunes, 1 de noviembre de 2010

CONOCIENDO NUESTRO PATRIMONIO


CINE Y CONFITERÍA EL ÁGUILA

Corría el año 1904 y con el principio del siglo el progreso se iba apoderando de la ciudad y con ella traía aparejado adelantos y las necesidades de los nicoleños para sus esparcimientos. Progresistas y visionarios en esa buscaban soluciones a esos “huecos” y con ello aparecían también diferentes comercios.
Un ejemplo fue el ocurrido el 1 de noviembre cuando queda inaugurada la confitería “El Águila”, con salón de bar y cine, en la esquina de Comercio y 11 de Septiembre ( hoy Mitre y Francia, esquina que lo recuerda con una placa realizada por los vecinos del lugar). Fue su fundador Don Fermín Glaría. Anteriormente se denominó Confitería “La Central”, siendo su propietario Pascual Rega. A partir de entonces el edificio sufrió tres modificaciones, siendo la más importante la del año 1924. Cerró en el año 1988.
Durante sus 84 años de vida los nicoleños concurrieron y pudieron ver grandes espectáculos en vivo, como también grandes películas, logrando millones de anécdotas en las diferentes generaciones que concurrieron en el lugar. Una gran sala que se añora, testigos de vida nicoleña.


Foto: Interior de la Confitería “El Águila”.